Inviernos lluviosos, inquietudes saciadas ¡

Como sabéis, este invierno ha sido especialmente húmedo, han sido muchas semanas de lluvia sin poder escalar, y en mi caso casi sin poder trabajar. Con tanto gris los problemas parecían más grandes y el bucle de la inactividad hizo acto de presencia en el ánimo.

Pero no todo ha sido lluvia y viento ¡ También ha nevado ¡ Así que aprovechando las circunstancias me he sacado una espinita que tenía desde hace tiempo, y es que no solo la escalada ocupa mis sueños, también está el esquí de montaña ¡

Todo empezó en Diciembre, cuando las primeras borrascas vinieron a vernos y le hice una visita a Esther, que desde hace un tiempo vive muy cerca de la Cerdanya. 

Esquié todo lo que pude en una semana, sin pagar forfaits claro, así que practique mucho más parriba que pabajo y aunque ella trabajaba por el dia, no faltó una clase de esqui, nocturna, en una pista negra, y con un frontal para los dos ¡¡ 

Empezando la nocturna en Font Romeu, 

Paseando por una estación abandonada cerca del  Puigmal

Ya en Galicia la cosa se complica, aquí para salir a esquiar hay que encontrar compañero, y desplazarse en coche unas horitas...

Pronto lío a Julio para venirse a Manzaneda a probar mi equipo viejo, unas varas rectas de 1,80m con las que bajar es un poco complicado.

Casualidad ¡ coincidimos con una actividad de iniciación al esquí de montaña del club Montañeiros Celtas, que muy amablemente y a ultima hora nos  apuntan en su grupo ¡ 

Julio y yo foqueando alegremente

En Cabeza de manzaneda con  el C.M. Celtas

Los compañeros de celtas nos recuerdan que en el calendario de la federación organizan una salida de esquí de montaña,  hace años que lo sé, pero nunca me vi capaz de salir al monte sin estamparme contra una piedra...hasta este año¡¡ 

Por fin, una ruta de esquí de montaña, lejos de las estaciones, que tan poco nos gustan a los montañeros pero de las que nos aprovechamos para lo que nos conviene.

Parece que el esquí de montaña esta en auge, y realmente lo entiendo...es el esquí como un medio para desplazarse por la montaña de forma eficiente ¡ es genial ¡ cada uno que lo oriente como quiera, descensos de infarto, rutas con poco desnivel, cumbres de pocos o de muchosmil metros, largas travesías por la montaña, carreras...hay opciones para todos ¡

La salida a Ubiña se aplazó, asi que un sabado cualquiera, fiché a ruben para irnos a Manzaneda otra vez, estan todas las pistas abiertas, y estan allí Pablo y Susana, hay que aprovechar.

Termino de currar en Cangas, recojo a Ruben y carretera, aún llegamos para la nocturna de rigor ¡ El Domingo pagaremos el remonte para exprimir a tope la jornada de esquí.

Por fin llego la salida al macizo de Ubiña los días 8 y 9 de marzo ¡¡

Increíblemente, hace unos días que Lorenzo se instaló sobre nosotros, haciendo bullir de energía a plantas y animales y dejándonos un agradable olor a primavera.. y un calor considerable ¡ a esquiar ? pero si la furgo marca 24 grados ¡

Allá vamos, después de casi 5 horas de viaje llegamos a Torrebarrio, en el refu estan los demás esquiadores, y otros montañeros, algunos más que conocidos, que mañana irán a los corredores de peña Ubiña.

Empezamos con un buen madrugón, y es que va a hacer calor y no queremos pillar la nieve muy deshecha.

La idea inicial era dejar los coches en el puerto de Ventana y regresar a Torrebarrio esquiando por la cordal de Ubiña, pero al empezar a subir, observamos que el recorrido esta muy pelao de nieve y los veteranos nos llevan hacia Torrestío para finalmente subir al Peña Solarco y hacernos unas bajadas por la zona.

Después de portear un rato los esquís en la mochila, empezamos ansiosos a foquear ¡

Es fantástico deslizarse por la nieve hacia arriba con esa facilidad,  ganarse un breve descenso con unas horas de sudor monte arriba, hacen que la bajada sea un premio bien merecido.

En la parte final la nieve esta bastante dura y es mejor no caerse, me estreno con las cuchillas y clavando bien los cantos consigo llegar a la cumbre con los esquís puestos ¡ esto es la leche ¡

Nos reunimos todos en la cima, risas, bocadillos y nos preparamos para la bajada. Los exploradores ya han inspeccionado el acceso hacia la pala en la que un grupo de rebecos llamaron nuestra atención mientras subíamos por el valle. Aun no me creo que vaya a bajar por ahí, donde están las pistas azules para calentar ?

Los más atrevidos acceden esquiando a la otra vertiente de la montaña, flanqueando por una ladera muy empinada y con final incierto, en la que yo no me quiero ver ni en pintura, así que algunos bajamos andando un trecho por la cresta. Llegó el momento de la verdad...

Todo el mundo dice que para hacer esquí de montaña hay que tener un buen nivel de esquí, y lo corroboro, yo voy bastante justo, y cuando toca lanzarse pala abajo, siento un gusaneo en la barriga interesante...esto da mucho miedo ¡  En las pistas de esquí nos sentimos como en un parque, son zonas que hemos acondicionado para hacernos el esquí mas facil y seguro, todo esta señalizado, balizado y acolchado, el ambiente es agradable y en algunas hay hasta música ¡

Aquí solo hay montañas ¡ la pala que se nos abre a los pies termina muy abajooo en un valle, y aunque no es una pendiente exagerada, impone mas que cualquier pista de esquí ¡ pero a esto hemos venido ¡ a sentirnos pequeños en la bastedad del entorno salvaje, aprender y superarnos un poquito nos darán luego unas sensaciones inmejorables, la nieve esta bien,no hay piedras a la vista ni precipicios por los que despeñarse así que allá vamooss ¡  

Primer giro...y primer castañazo ¡ Así hasta la mitad de la pala...¡ que mal, estoy fuera de mi zona de confort, y el canguelo me hace sentarme en la cola de los esquís y caerme continuamente.

Finalmente consigo hacer unos cuantos giros dignamente y llego abajo..uf ¡ esto es complicado ¡

Que no decaiga el animo ¡ Subimos por otra ladera hasta el pico Vallera, donde algunos jugaron una partida improvisada de curling con los cascos monte abajo...el verde ganó ¡ Aquí nos dividimos, unos bajan a recuperar los cascos y otros bajamos de nuevo al valle para subirnos otra vez hacia el peña solarco, y bajar por otra de sus palas. 

Enseguida me doy cuenta de que voy mal de "coco" me he caído mas hoy que en todo lo que el resto de la temporada en pista, y la nieve no es mala...en cuanto la pendiente o la velocidad me superan, me acojono, dejo de hacer las cosas bien y me caigo..

Bajamos a encontrarnos con el resto del grupo, y nos tomamos unas cervecitas en Torrestío, bien acompañadas de un bocata de potro de la Babia...que no hemos venido solo a esquiar ¡

Cansadisimo , con una birra, un bocata y buena compañia.

 Al día siguiente, nos dirigimos a Torre de Babia para hacer una ruta por la zona del Montihuero, hay menos nieve de la esperada y hace calor, así que el recorrido se va definiendo según avanzamos, buscando las mejores condiciones para subir alguno de los picos y hacer un buen descenso.

Volvemos a portear los esquís hasta encontrar el deseado manto blanco, ya conozco este camino, casualmente en el Montihuero me calcé por primera vez unos crampones. Me gusta la sensación de volver a un lugar y sentir que hemos evolucionado.

La  vista se me va hacia la roca, y pienso en los amiguetes que habían quedado para ir a dormir a Budiño y pasar el finde escalando ¡ espero que alguno se anime con el esqui al leer esto ¡ jeje

Finalmente subiremos al Peña los años, llevamos delante unos tíos con pinta de pros que ya nos han abierto la huella, 4 zetas muy empinadas y parriba como puedas.

Pasamos la Laguna de las verdes, y vemos la pala N del Montihuero sombría y helada, es buena idea no intentar meterse por ahí hoy...pero ya caerá ¡ Empezamos a subir y me detengo a observar, este sitio me encanta ¡

La subida va cogiendo  pendiente, la nieve tiene una  capa superficial húmeda que se desmorona y me regala unos resbalones "simpáticos" aquí se ve la técnica de los que van delante a todo trapo ¡ Con atención, ponemos en practica lo aprendido este año, vuelta maria con cuidado, asentando bien los esquís, enseguida se le coge el gusto, desde luego subir andando por aqui hubiera sido una matada importante, esto es una gozada ¡

En vista de que ayer algo fallaba en estas pendientes ya un poco fuertes para mi, decido quedarme en unas rocas que asoman en el tercio superior, donde la cosa se ponía más pindia , uf, tierra firme ¡  Mirar hacia abajo y pensar en bajar ya  me impresiona, así que me quedo aquí, para empezar la bajada libre de obstáculos ¡jeje por si acaso...

Gonzalo piensa como yo y decide reunirse conmigo en las rocas, y es que ayer los dos nos dimos más castañazos de lo esperado, y estamos un poquillo confusos, sera la nieve? sera la falta de costumbre de esquiar en este entorno?

No hay mucho sitio así que mientras él llega, quito las pieles y preparo una repisita de nieve debajo de las rocas para calzarme los esquís con calma, concentrarme en echarme hacia delante y merendarme la pala...

Calma...una diagonal larga y sin complicarse..un giro..dos giros y siiii por fin ¡¡¡ Disfruto como un enano ¡¡

Me paro a hablar con Cristina y veo que Gonzalo también baja disfrutando a tope, genial ¡

Pronto vemos Bajar al primero de los que han llegado arriba, es el otro Gonzalo con su perro Ares que baja con maestría hasta nosotros y se ofrece a hacernos unas fotos

Después de unas risas y de subir andando un poco más  para alargar lo que queda ( si, esto es viciosisimo) termino la bajada hasta llegar a la laguna en un plisplas. 

 3 esquiadores parados en la mitad, y 5 por encima de las rocas

Pronto nos reunimos todos junto a la laguna, cada cual a su manera, pero todos satisfechos de haber aprovechado la mañana, y es que a todos nos apetece quedarnos, pero el tiempo pasa volando, tenemos que bajar a comer...y regresar a nuestras vidas, lejos de este entorno tapizado de diversión.

 Desde la laguna todavía nos quedan unas bajaditas divertidas y zigzagueantes entre rocas, arbustos, siempre buscando la nieve, aprovechando la gravedad y las tablas para bajar..de lujo ¡ Eso si, un consejo, no sigáis ciegamente unas huellas, por que igual, acabáis como yo ¡ de morros en la tierra ¡ 

Muchas gracias a todos los que  me habeis enseñado, acompañado, aconsejado...y en definitiva hecho posible que este año por fin haya salido al monte en esquis ¡¡